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El Aloe Vera es una planta con infinidad de características, usos y beneficios para el cuerpo humano. Desde la antigua Grecia o la Roma clásica, se emplea para el tratamiento de la piel y para diversas dolencias, hasta el punto que se le ha llegado a calificar como la planta mágica en algunas culturas.
No vamos a llegar a tanto, pero nuestro interés es compartir información de utilidad sobre el Aloe Vera que hemos ido aprendiendo a lo largo de los años. El Aloe Vera es una planta carnosa, con diferentes variedades. De todas ellas, la variedad con más propiedades nutricionales es la Barbadensis Miller. Se llama así por el Dr. Miller, que la investigó durante sus estudios en la isla Barbados.
El Aloe Vera es una planta de hojas carnosas que salen del tronco central. Dos o tres veces al año aparece un tallo central con flores amarillas cuyo fruto contiene las semillas.
La planta Aloe Vera
Hay más de doscientas cincuenta variedades de la planta Aloe. De todas ellas, sólo 4 variedades contienen propiedades medicinales o curativas. Son las que se conocen como Aloe Vera. Una de ellas es la variedad Barbadensis Miller que ya hemos comentado. Las otras tres son Arborescens, Maculata y Chinensis.
Es una planta que, sobretodo, habita en zonas desérticas, ya que es un clima que favorece su desarrollo y crecimiento. Necesita sol la mayor parte del año, y se alimenta mayormente del aire.
La parte más interesante y característica son sus hojas. Son carnosas de hasta 50 cms de largo y de un buen grosor, capaces de acumular gran cantidad de agua. De las hojas se extrae el juego que tantas propiedades beneficiosas tiene.
Propiedades y usos: productos de Aloe Vera
A partir del tercer año es cuando la planta tiene su mayor grado de madurez y cuando sus hojas y su jugo contiene sus mayores y mejores propiedades.
Por su composición, su gran cantidad de propiedades y sus beneficios, cada vez se emplea más para usos medicinales, cosmética o alimentación. También se han escrito libros sobre aloe vera y se utiliza en la composición de muchísimos productos de todo tipo.
No es recomendable el uso casero del Aloe Vera. Alguno de los componentes de la planta, como la Aloína (látex de la planta), pueden provocar irritaciones o reacciones alérgicas. Durante el proceso de limpieza y purificación que llevan a cabo los fabricantes de productos, purifican el extracto del Aloe Vera, evitando este tipo de componentes.
Cómo cultivar Aloe Vera
Respecto a su cultivo, como ya hemos comentado, procede de climas desérticos, por lo que necesita calor. No soporta temperaturas bajas o heladas intensas y no tolera la humedad. Se puede situar a pleno sol o en semisombra. Para su cultivo en maceta, es recomendable que sea en macetas de barro, ya que son más porosas y evitan la humedad.
Respecto al riego, en verano necesitará algo de agua, pero una vez se riega, no se debe volver a regar hasta que no esté la tierra completamente seca. En invierno suele entrar en periodo de latencia por lo que no necesitará agua, sobretodo si está en exterior.
Alrededor de la planta suelen salir los hijuelos. Es muy recomendable separarlos de la planta principal, para que ésta tenga buen sustrato y alimentación y para evitar la aparición de plagas (cochinilla, ácaros…)
También es recomendable limpiar la planta y retirar las hojas que con el tiempo se van secando. Para cortar las hojas, el método más recomendable es realizar un pequeño corte en la base de la hoja, junto al tallo, y estirar de la hoja haciendo un giro circular en torno al tallo para no causar daño a la planta.
